Quizá la respuesta más tajante a la pregunta ¿Cuándo ir al fisio?, se decante siempre por sus dos vertientes: Cuando se busca curación o cuando se rija por la prevención. Claro que para ello hay que mantener a la población informada, ya que ambos caminos mantiene recelos por parte del público.
Afortunadamente es mayoritario el sector que busca la curación y la acata en su tratamiento, así como aquella que se sabe cuidar de manera integral y de dicha forma previene males mayores. Sólo basta mirar el enorme número de pacientes que asisten al centro de fisioterapia Écija –del cual tomamos la inspiración-, y ver que salen todos satisfechos en sus necesidades, para saber que hay más personas que se quieren a sí mismas, que aquellas que por falso ego, terminan haciéndose daño por no prever ni solucionar.
¿Cuándo ir al fisio?
Entre las diversas situaciones en las que es recomendable visitar al fisioterapeuta existe el vínculo de que cada una de ellas posee un objetivo claro: mejorar tu salud y calidad de vida, ya que al buscarle ellos podrán sin dudar el beneficiarte, analizando tu caso no como un número de historia sino por quien eres: una persona.
El fisioterapeuta es un aliado clave en la mejora de tu salud y bienestar al encaminar sus conocimientos y técnicas especializadas para que disfrutes una mejor calidad de vida con la debida recuperación efectiva.
Entre los momentos cuándo ir al fisio tenemos…
Recuperación de lesiones o dolores
Ya sea resultado de la práctica deportiva, un accidente o intervención quirúrgica, cualquier dolor repentino puede afectar tu calidad de vida y el fisioterapeuta se encargará de evaluar la lesión y diseñar un plan de tratamiento personalizado que te ayude a recuperar la funcionalidad del tejido afectado, minimizar el dolor y reducir el riesgo de secuelas a largo plazo.
Cuándo ir al fisio: Al procurar la mejora de la movilidad
Con el tiempo las actividades cotidianas pueden llevar a una disminución de la movilidad en músculos y articulaciones que se notan al costarte realizar movimientos que antes eran fáciles y terminan avisando que es buen momento para consultar a un fisioterapeuta.
Sus técnicas específicas podrán ayudarte a ralentizar la pérdida de movilidad y prevenir futuros dolores o episodios de limitación que afecten tu cotidianidad y autoestima, asegurando que sigas disfrutando de tus actividades diarias.
Alivio de problemas relacionados con la edad
Condiciones como la artritis, artrosis y osteoporosis son más comunes con el envejecimiento y el tratamiento fisioterapéutico se aplica para la prevención y rehabilitación de estas patologías, mejorando tu esencia personal al estabilizar tu movilidad e independencia. Si te encuentras en esta etapa de la vida, no dudes en buscar la ayuda de un fisioterapeuta.
Cuándo ir al fisio: Al requerir asesoramiento para la prevención de lesiones
Si deseas evitar lesiones en tu vida cotidiana, en el trabajo o durante la práctica deportiva, un fisioterapeuta puede ofrecerte consejos personalizados, desde cómo realizar estiramientos adecuados hasta técnicas para proteger tus articulaciones, orientaciones propicias para mantenerte activo y libre de lesiones.
Evitar el impulso o falso ego que conlleva a la automedicación
Recurrir a analgésicos o antiinflamatorios puede enmascarar el dolor sin tratar la causa subyacente de la lesión. Un fisioterapeuta te ayudará a abordar el problema desde su raíz proporcionando un tratamiento adecuado que alivie el dolor a la par de promover la recuperación.
Cuándo ir al fisio: Síntomas que indican la necesidad de visitarle
Sea cual sea la edad, condición de salud o social, así como laboral, de presentarse alguno de estos síntomas, se debe acudir al médico general o especialista que le remita con un fisioterapeuta especialista para atacar de lleno a la afectación:
Pérdida de equilibrio: Si experimentas mareos o vértigos, especialmente si están relacionados con cambios en el oído interno, la rehabilitación vestibular puede ser necesaria para restablecer tu equilibrio.
Dolor de espalda: Cuando se pasan largas horas sentado y se sienten molestias en la espalda, además de tomar un descanso obligatorio, se aconseja consultar a un fisioterapeuta para prevenir problemas crónicos.
Dolor persistente: Si después de una lesión el dolor no desaparece en un tiempo razonable, acude ante la fisioterapeuta para que evalúe la situación y elabore un plan de tratamiento.
Movilidad limitada: De percibir que has perdido flexibilidad o tienes dificultades para realizar movimientos cotidianos, las sesiones de fisioterapia pueden ayudar a recuperarte.
Incontinencia urinaria: Si experimentas escapes involuntarios de orina, un fisioterapeuta especializado puede ofrecerte ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y mejorar tu condición.
Cuándo ir al fisio aplica por igual ante los problemas para dormir, ya que el dolor muscular o las molestias están afectando tu sueño, y deben identificarse y tratarse las causas subyacentes para que puedas descansar adecuadamente.