La quemadura es una lesión en la piel u otro tejido del cuerpo producida por el calor o frío extremo. El contacto directo con fuego, químicos, agua a elevadas temperaturas, elementos a temperaturas muy bajas, prolongada exposición bajo el sol, descargas eléctricas y otras causas las pueden hacer menos o más graves.
Las quemaduras están clasificadas en primer grado: las cuales aparecen sólo en epidermis o capa externa de la piel. Segundo grado: que afecta la epidermis y la dermis, la última es la segunda capa de la piel y la de tercer grado: que pasa por las capas protectoras hasta llegar a la capa de grasa que protege los músculos del cuerpo.
Las quemaduras menores o leves pueden ser tratadas en la casa, por ejemplo una causada por pasar la plancha caliente por el brazo mientras sacas las arrugas de la camisa, puede ser tratada aplicando agua ambiente para normalizar la temperatura de los tejidos y eliminar los contaminantes que pudieran complicar la lesión.
Pero en el caso de quemaduras moderadas, como las producidas por agua hirviendo, debe ser atendida de manera ambulatoria ya que es posible que se formen ampollas y el dolor sea intenso. Estas pueden dejar marcas permanentes en la piel.
Cuando la quemadura es grave, por una descarga de electricidad o por el contacto de un gran porcentaje de la piel con fuego, el paciente debe recibir tratamiento en una unidad especializada en quemaduras.
Las precauciones deben ser una premisa en la vida para evitar sufrir estas lesiones, por esa razón cuando estemos cocinando es recomendable mantener líquidos calientes en lugares que estén fuera del alcance de los niños, las ollas con las asas hacia el interior de la cocina, desconectar las planchas u otros equipos que produzcan calor cuando no estén en uso. Así como tener en casa un extinguidor.
Por qué cuidarnos las quemaduras
Las quemaduras son una puerta abierta para enfermedades como el tétano por lo que el paciente debe contactar a su doctor si no tiene la vacuna antitetánica o ha transcurrido un periodo de cinco años luego de su última dosis.
Una lesión leve por quemadura puede pasar a ser grave si no cumple con el cuidado necesario. A continuación conozca los síntomas de una infección en la zona quemada:
- Dolor intenso y en aumento
- Fiebre
- Inflamación de los ganglios
- Formación de estrías rojas en la zona afectada
- Enrojecimiento
- Hinchazón
- Secreción de pus
Si su lesión cambia de aspecto, sin importar que sea grave o leve, asista al consultorio de su médico para que sea sometida a evaluación.
Como curar una quemadura
- Calmar al paciente: Sin importar la magnitud de la quemadura lo primero que debe hacer es tranquilizar a la persona que fue víctima de la lesión.
- Remover objetos en la piel: Antes de proceder a tratar la herida remueva cualquier objeto como tela, cadenas, anillos, pulseras y cualquier otra cosa que esté sobre la parte de la piel que sufrió la quemadura.
- Enfriar la quemadura: Utilizando una ducha o una manguera deje caer agua a temperatura ambiente sobre la zona afectada durante 10 minutos. También puede colar paños húmedos sobre la herida.
- Verificar tipo de quemadura: Una vez que la lesión se haya enfriado compruebe qué tipo de quemadura sufrió. Para ello debe tomar en cuenta las siguientes características:
Características a considerar
Las quemaduras de primer grado por lo general toman un color rojo, se inflaman y duelen.
Las de segundo grado son más profundas y también se inflaman y producen dolor, pero además aparecen ampollas que se llenan de agua.
Las de tercer grado pueden producir en la zona afectada un color marrón, blanco o negro. Y produce un dolor muy fuerte.
Si la lesión es profunda y además está en zonas específicas como hombro, codo, muñeca, cara, mano, pies, glúteos, rodilla o cadera la persona debe recibir atención médica inmediata.
Si la lesión es leve siga los siguientes pasos:
- Limpie el área: Utilizando sus manos aplique agua y jabón, preferiblemente una barra para ph neutro, sin perfumes, en la herida para que elimine cualquier agente contaminante.
- No rompa las ampollas: En las lesiones leves muchas veces se forman ampollas, estas no deben reventarse pues se formaría una herida que ameritaría un tratamiento mayor.
- Aplicar ungüento: Puede colocar una fina capa de ungüento que contenga aloe vera pues esto refrescará la piel. No es recomendable aplicar formulas que tengan antibióticos y tampoco los que contienen mentol.
- Proteger la lesión: Es recomendable mantener la quemadura al aire libre, sin embargo si es necesario cubrirla hágalo con una gasa esterilizada que sea antiadherente, debe cambiarla diariamente. Evite usar apósitos que se adhieran a la quemadura.
- Tomar analgésico: Si siente dolor ingiera analgésicos como ibuprofeno o paracetamol. Qué se debe esperar.
Complicaciones de la quemadura
Las quemaduras de segundo y tercer grado son las más delicadas debido a que son más profundas y abarcan una parte importante del cuerpo y en ocasiones por completo.
Cuando se complican pueden producir infección bacteriana, disminución en el torrente sanguíneo producto de la pérdida de líquidos, baja temperatura corporal, problemas circulatorios producto de la falta de elasticidad de la piel, deficiencia respiratoria y cicatrices.
Aquí se origina la importancia de recibir atención médica oportuna e inmediata; ya una lesión puede sanar en sólo semanas si recibe el tratamiento indicado. De lo contrario, podría tardar meses y en el peor de los casos no sanar si el paciente no recibe los cuidados de un especialista.
Recuerde que los primeros auxilios se prestan mientras se está a la espera de los especialistas o se traslada al paciente hacia un centro hospitalario.
Lo ideal es no llegar hasta este momento. Por lo que es importante tomar las medidas de precaución en la vida cotidiana; de forma que se puedan evitar accidentes que nos produzcan lesiones en nuestro cuerpo, en este caso quemaduras en la piel.