El olivo es un árbol perenne, típico de la península ibérica, caracterizado por su copa ancha, tronco grueso, numerosos nudos y forma retorcida. Es una planta vegetativa capaz de alcanzar los 15 metros de altura que vive, según sus condiciones y mantenimiento, aproximadamente mil años. Su fruto es la aceituna, de la cual se extrae un aceite usado para platillos gastronómicos y productos cosméticos.
Como toda planta, la poda es un proceso clave en el crecimiento, desarrollo y proliferación del olivo. Persigue el objetivo de producciones más elevadas, retrasar el envejecimiento y alargar su vida útil. Si no se hace de manera regular e inteligente, enfermará y se entorpecerá a sí mismo.
La poda consiste en la eliminación de las partes inservibles del árbol, como las hojas y ramas, que interfieren en el sano crecimiento del olivo. Ya seas un agricultor que aprovecha los frutos, o un jardinero que decidió apostar por esta planta reconocida, te explicaremos cómo podar un olivo.
Te adelantamos que la poda del olivo depende de numerosos criterios, como el clima, el objetivo que se persigue, el suelo donde crece y la edad.
¿Cuándo hay que podar el Olivo?
Hay dos momentos clave para podar el olivo: cuando finaliza la recolección de frutos, ya que el árbol entra en un estado de reposo vegetativo, y cuando llega la temporada de primavera, para que los rayos del sol penetren adecuadamente. En invierno lo más inteligente es no podar el olivo, puesto que es necesario que tenga masa foliar para soportar las condiciones adversas.
¿Cómo podar el Olivo?
Antes de enseñarte cómo podar el olivo, es necesario que cuentes con las herramientas adecuadas. Compra unas tijeras medianas o grandes o una motosierra pequeña de modo que alcances las ramas ubicadas en la copa del árbol.
En primer lugar. ¿Qué objetivos persigue tu poda? ¿Es para darle forma, mantenimiento o producción? Generalmente, estos son los tres tipos de poda de olivo. Ahondemos en las nociones básicas de cada uno para definir su procedimiento.
Poda de forma
La poda de forma, que se realiza durante los primeros años de vida del olivo, tiene como objetivo delinear la estructura deseada del árbol. Esta poda se orienta al crecimiento de la planta vegetativa para que las ramas no se entorpezcan o crezca más torcido de lo habitual. La técnica correcta es marcar la altura en la que deseamos que el olivo se alce y a partir de allí cortar las ramas. Debe hacerse de manera cuidadosa, ya que si dañamos el árbol traerá graves consecuencias a su producción.
Poda de mantenimiento
La poda de mantenimiento es obligatoria. El objetivo es eliminar las ramas improductivas que enferman al árbol. Especialmente las más viejas, de modo que aparezcan unas más jóvenes, y las que se entorpecen entre sí para asegurar el correcto crecimiento del olivo. En caso de que aparezcan nuevos brotes de olivo cerca del árbol, también deben eliminarse, ya que son propensas a interferir en la producción de aceitunas.
Poda de agricultura
También conocida como poda de producción, es un proceso orientado a favorecer la proliferación de las aceitunas. Este mantenimiento permitirá que sea más productivo. Se cortarán las ramas de forma que las aceitunas crezcan de manera abundante, adecuada y regular durante la temporada y los próximos años.
Una buena poda de producción garantizará aceitunas con aceite de calidad. Ese oro líquido famoso tanto en el mediterráneo, como en el resto del mundo.
La poda debe hacerse de manera suave, seleccionado las ramas inteligentemente, sin tanta intensidad y abriendo paso a los rayos del sol hacia el escaparate del árbol.